Cuando alguien está verdaderamente enamorado, los límites para expresarlo no existen, ni siquiera la edad es una limitante para alcanzar el objetivo más bello de todos… el poder hacer feliz a la persona que amas.
Este fue el caso del matrimonio Kuroki, ellos llevaban una vida tranquila trabajando como granjeros mientras criaban a sus dos hijos en Japón, hasta que de manera sorpresiva la mujer quedo ciega por problemas de diabetes.
Esto provocó una depresión importante en la mujer que ya no disfrutaba de salir de su casa, estando todos los días en su pieza sin querer distraerse, hasta que su esposo decidió actuar y transformar esa penosa realidad en una mucho más agradable.
El hombre decidió plantar miles de flores para crear un gigantesco jardín aromático en su vieja casa en la ciudad de Shintomi, Japón.
Dos años le costo a este hombre cambiarle la vida a su esposa y demostrarle tanto amor, que hizo que la mujer se olvidará de sus problemas y se dedicaran a vivir y a disfrutar de la vida juntos.
Las cerca de 7.000 flores de musgo rosa llenan la colina de un perfume tan intenso, que alegra la vida del matrimonio ,vecinos e incluso turistas, ya que se volvió un destino obligado de los amantes de la naturaleza.
Esta historia de lo que el amor puede lograr, nos recuerda que el amor no es necesario verlo o tocarlo para saber que es real, el amor verdadero existe y puede durar para siempre…
Revisa la historia completa en este video
Hay amores eternos…
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