Los números son aberrantes, en los años que lleva este conflicto han fallecido más de 250.000 personas y provocado el desplazamiento de más de 4,5 millones de personas, provocando el éxodo más grande en la historia reciente de la humanidad.
Lo que empezó con pequeñas protestas pacificas en contra del gobierno de Bashar al Assad (heredo el poder de su padre en el 2000), se transformó en una feroz guerra civil exigiendo “Una Siria Sin Tiranía”.
Esto desencadenó en una salvaje represión del régimen, la militarización de la rebelión y (lo peor) la intervención extranjera.
Estallido Civil
El pueblo sirio buscaba cambios, hastiados del alto desempleo, de la enorme corrupción, la falta de libertad política y de la feroz represión del gobierno de Bashar al Assad, se levantó pidiendo cambios.
Un punto de inflexión fueron los arrestos a un grupo de adolescentes en marzo de 2011 por pintar consignas revolucionarias en una escuela, esto provocó fuertes protestas inspiradas en la Primavera Árabe.
Pero el gobierno reprimió con el doble de violencia provocando que el movimiento tomara más fuerzas.
Inicio de la guerra
A medida que la oposición del gobierno crecía, la represión también aumentaba. Esto provocó que las fuerzas opositoras se armaran, en un principio para defenderse de los ataques del gobierno y luego para expulsar a estos uniformados de sus regiones… el conflicto se agudizaba cada día más.
Las palabras de Bashar al Assad agravaron mucho más este conflicto. El presidente sirio prometió “aplastar” a la disidencia, y aseguró que este conflicto era “terrorismo apoyado por el exterior”. Esto provocó la ira del pueblo sirio…
A todo esto se sumaban los conflictos religiosos (siempre presentes en esta región del mundo), dividiéndose en sunitas (mayoría del país), contra los chiitas alauitas (rama musulmana a la que pertenece el presidente).
En el 2012 los enfrentamientos se concentraban en las ciudades más importantes del país, Damasco (capital siria) y Alepo, pero al sumarse las potencias regionales e internacionales al conflicto, esto se transformó en una verdadera “guerra interna”.
Se dejaron de lado las “batallas” (respetando a la población siria), para dar paso a “sangrientos enfrentamientos” reforzando la violencia en aquel país. En junio de 2013, la ONU contabilizaba 90.000 muertes en Siria debido a la guerra.
Fuego cruzado
La guerra no sólo es entre el gobierno de Bashar al Assad (y su aliado Rusia) y la rebelión armada de oposición, sino que existen otras fuerzas que participan en esta lucha enfrentándose ante “todo lo que se mueva”, por lo que se vive un conflicto entre 5 frentes…
Por un lado están las fuerzas del gobierno de Bashar al Assad, y en la otra vereda se encuentran 3 grupos. Entre ellos está la rebelión armada de oposición, más los grupos islamistas y yihadistas (como el autodenominado Estado Islámico (EI), además el Frente Al Nusra (aliado de Al Qaeda) y también participa el ejército Kurdo (grupo apoyado por EEUU).
Lo insólito es que estás 4 fuerzas (Oposición, Islamistas y Yihadistas, Frente Al Nusra y el Ejercito Kurdo) que buscan el término del gobierno de turno también se enfrentan entre sí, además de ir en contra de de rebeldes moderados y civiles.
Se suman a esto las potencias de EEUU, Reino Unido y Francia por un lado, y de Rusia por otro. Desde 2014 que las potencias lideradas por EEUU bombardean Siria con la excusa de acabar con el EI (Estado Islámico), pero esto ha provocado que los ataques alcancen a zonas pobladas de civiles.
Mientras que por su parte, Rusia, apoya ferozmente al régimen sirio brindándoles un potente arsenal, siendo clave en las importantes “victorias” que ha tenido el gobierno, pero lamentablemente, el pueblo civil sirio, también es una víctima constante de estos ataques.
Otras potencias en el conflicto
Irán y Siria son aliados, ambos han sabido mantener una estrecha y estratégica alianza bélica. Desde Damasco transita el flujo principal de armamentos que Teherán envía al movimiento chiita Hezbolá en Líbano, y que también ha enviado a miles de combatientes para apoyar a las fuerzas sirias.
Si bien no se ha podido comprobar, pero es sabido que el gobierno iraní ha proveído de sumas millonarias al gobierno de Bashar al Assad para fortalecer al ejército sirio, brindándole cuerpos militares, arma de gran destrucción, dinero y mucho petróleo.
Rusia también está inmiscuido en este conflicto desde el principio, buscando la permanencia de Al Assad, ya que es un importante aliado de Rusia. Mientras que EEUU busca que Al Assad dimita al cargo, insistiendo en que es culpable de enormes atrocidades (buscando colocar en el poder a una persona que aseguré los intereses de EEUU en esa región).
Arabia Saudita es otro punto ancla de esta guerra ayudando y subsidiando a los rebeldes sirios (incluyendo al EI), buscando contrarrestar la influencia de Irán en la región (su principal enemigo).
Turquía también se hace presente en esta guerra apoyando a los rebeldes, pero no a las fuerzas Kurdas (apoyados por EEUU), a quienes acusa de simpatizar con su enemigo, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Otras potencias regionales se están sumando cada vez más al conflicto apoyando a las fuerzas opositoras, como Qatar y Jordania.
Cifras de la guerra
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, para septiembre de 2016, las muertes atribuidas a la guerra sumaban 301.000, mientras que el Centro Sirio de Investigación Política, calculaba más de 470.000 fallecidos.
En cuanto al éxodo de sirios de su país, la ONU cifró en febrero de 2016 más de 4,8 millones desplazados de Siria, siendo la mayoría mujeres y niños. Esto ha provocado grandes criticas en todo el mundo, como la difundida por la ONG Save the Children, calificando el conflicto como un “escándalo moral todas las muertes de niños y el sufrimiento al que están sometidos los menores durante la guerra”.
La mayoría de los exiliados buscan cobijo en Líbano, Jordania y Turquía, provocando una gran crisis humanitaria en estos países, mientras que sólo el 10% de los refugiados busca asilo en Europa.
Cabe destacar que la mayoría de los países a los que están emigrando los habitantes sirios están inmiscuidos (en mayor o menor medida) en la guerra, guerra en la que la población siria es la principal damnificada. Y es muy curioso analizar la actitud de estos países frente a la ayuda solicitada por un pueblo a los que le han hecho un gran daño.
¿Quién gana en esta guerra?
Luego de 6 años de una sangrienta lucha, el pasado jueves 22 de diciembre fue recuperado la ciudad de Alepo por las fuerzas del gobierno de Bashar al Assad, provocando la peor derrota de la rebelión desde que la guerra inició.
Esta victoria esta teñida de muertes, sangre y violencia. Lo peor de todo el mundo opta por apoyar a uno de los dos bandos: Bashar al Assad y Rusia u Oposición y EEUU, en vez de alzar la voz por los millones de sirios que viven un verdadero infierno…
Si bien la caída de Alepo no marca el fin de la guerra, es un punto de inflexión para las aspiraciones de la oposición, y según expertos sólo se podrían esperar dos escenarios… La recuperación de la totalidad del país por parte de Bashar al Assad y Rusia, o que EEUU fortalezca su presencia en Alepo en mayor medida, provocando un conflicto de insospechados desenlaces…
Lo peor, es que en cualquiera de los dos escenarios, el pueblo sirio siempre será el perdedor.
La periodista musulmana Lucy Aharish, rompió el silencio y explico el conflicto con palabras que tocan el alma… asegurando que nadie está haciendo nada para evitar el sufrimiento de hombres, mujeres y niños en aquel lugar del mundo…
¡Y lo peor de todo, no estamos haciendo nada!
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