Las salchichas son una de las “comidas rápidas” más deliciosas que existen. Puedes comerlas en todo momento, en diferentes preparaciones (fritas, cosidas, horneadas, etc) y puedes acompañarlas con lo que gustes.
Desgraciadamente, al comer una salchicha estás ingiriendo grandes cantidades de grasas, altos niveles de colesterol y sal, y además, contienen una gran cantidades de conservantes para mantenerlos frescos…
¡Son extremadamente peligrosos!
Pero lo peor, es que los niños son los principales afectados, ya que esto los mata lentamente…
El color rosado de las salchichas, proviene de los aditivos que contienen, y que buscan alargar la vida del producto. Pero estos aditivos pueden llegar a ser mortales, especialmente en los niños, ya que aumentan el riesgo de cáncer de cerebro en niños, nueve veces más si se consumen 12 o más salchichas al mes.
Para entender lo dañino que son, solo debes imaginarte como lo hacen…
Se utilizan restos y recortes de carnes sobrantes, las cuales son molidas en grandes máquinas junto a retazos de huesos y cartílagos de pollos procesados y grandes sacos de almidón, jarabe de maíz, agua, sal, aromas, preservantes y otros químicos…
Pero el nitrato que algunos productos contienen es el peor de todos, debes siempre revisar la etiqueta antes de comprar.
Lo más fácil es reducir el consumo y seleccionar bien las carnes antes de comerlas.
Es decisión tuya si sigues consumiendo este producto y si quieres acercar a tus hijos al cáncer, pero te aconsejamos quitar de tu dieta a las salchichas. Obviamente avalados por médicos y expertos.
Si no nos crees, te dejamos un video del proceso de fabricación de las salchichas.
¡Ayúdanos a difundir este importante mensaje!
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