Courtney Bauker es la feliz madre de una hermosa niña de 15 meses de edad que nació con Síndrome de Down, hija de la que no se arrepiente ni por un segundo de verla reír, correr y vivir, aunque su doctor le haya dicho lo contrario…
Esta mujer le enseñó al mundo entero una gran lección sobre el significado del verdadero amor. El doctor al momento de informarle que su hija nacería con este síndrome, también les recomendó que abortara, ya que la calidad de vida de ellos no seria la optima.
La madre nunca dudó en que lo único que quería era conocer a esa personita que llevaba por meses dentro de ella, por este motivo quiso escribirle una carta al hombre que le dijo que se deshiciera de ella…
Querido doctor,
Una amiga me dijo recientemente que cuando fue a ver a su especialista prenatal, en el sonograma él comentó: “Está perfecto”. Una vez que su hijo nació con Síndrome de Down, mi amiga fue a visitar a su doctor y cuando éste vio a su bebé dijo: “te lo dije, él es perfecto”.
Su historia me desgarró. Al mismo tiempo que estaba feliz por la experiencia de mi amiga, me embargó un sentimiento de pesar por lo que debí haber tenido. Hubiera deseado que usted hubiera sido ese doctor.
Llegué a usted en uno de los momentos más difíciles de mi vida. Estaba aterrada, ansiosa y completamente desesperada. Todavía no sabía la verdad acerca de mi bebé y eso era lo que desesperadamente necesitaba de usted, pero en lugar de apoyarme y darme ánimo, usted sugirió que nos deshiciéramos de nuestro bebé. Le dije su nombre y usted nos preguntó una vez más si entendíamos la calidad de vida tan baja que tendríamos con hijo con Síndrome de Down. Usted nos sugirió que reconsideráramos la decisión de continuar con el embarazo.
A partir de esa primera visita, temíamos de nuestras citas con usted. Uno de los momentos más difíciles de mi vida fue inaguantable porque usted nunca me dijo la verdad, que mi hijo era perfecto.
No estoy enojada, no estoy amargada, estoy simplemente triste. Triste de que los pequeños latidos que escucha a diario no lo llenan de un asombro perpetuo. Me entristece que los detalles y los milagros de esos dulces y diminutos dedos, pulmones, ojos y orejas no le den un descanso. Me entristece saber que estaba tan equivocado al decirme que un bebé con Síndrome de Down podría disminuir nuestra calidad de vida y me parte el corazón saber que tal vez le dijo lo mismo a una mamá hoy. Pero lo que más me pone triste es que usted jamás tendrá el privilegio de conocer a mi hija Emersyn.
¿Sabe algo? Emersyn no sólo mejoró nuestra calidad de vida, sino que ha tocado el corazón de cientos de personas. Nos ha dado un propósito y una alegría que son imposibles de explicar. Ella nos ha dado grandes sonrisas, muchas risas y dulces besos que jamás habíamos conocido. Ella nos abrió los ojos al verdadero y más puro amor.
Mi oración es para que ninguna otra mamá tenga que pasar por lo mismo que yo. Mi oración es para que usted pueda ver la verdadera belleza y el amor puro en cada sonograma. Y mi oración es que la próxima vez que vea a un bebé con Síndrome de Down amorosamente escondido en el vientre de su madre, mire a esa mamá, me vea a mí y le diga la verdad: “tú hijo está perfecto”.
¡Emersyn, tú eres perfecta!
Comparte esta bella carta con tus amigos
kooo