Crecer es asumir responsabilidades, y para que esto suceda, los adultos deben dejar que nuestros hijos sean cada vez más autónomos, poco a poco… Esto no se trata de privarles el derecho de jugar y de “ser niños”, sino de no convertirnos en una piedra de tope en su desarrollo.
La filosofía Montessori se centra en estimular a los niños para que sean conscientes de sus capacidades a través de la práctica y el aprendizaje, con el objetivo de convertirse en futuros adultos funcionales.
Maria Montessori fue una de las grandes pedagogas del siglo XX, y son muchos los que creen que su “filosofía y mandamientos” son perfectos para lograr un desarrollo de personalidad armoniosa y equilibrada.
Las escuelas Montessori han creado una tabla segmentada en edades, y que busca enseñar el valor en su justa medida de la práctica y el trabajo. Además, el cumplimiento de estas tareas les ayudará a desarrollar su pragmatismo, motricidad fina y experiencia sensorial, haciéndoles sentir útiles e importantes.
La tabla está pensada para que los niños adquieran habilidades y destrezas antes de pasar al siguiente nivel, por lo que, en teoría, nunca se enfrentarán a una tarea que les sobrepase.
Esta tabla solo busca orientarte, la idea es que la tomes como referencia y la adaptes a tu realidad y necesidad.
Si te das cuenta de que tu hijo no cumple con algunas de las tareas propias de su rango de edad, no te preocupes. Esta tabla es orientativa y progresiva, por lo que solo tienes que empezar desde el principio e ir avanzando juntos… te sorprenderá los resultados que puedes obtener.
Un tema importante es la motivación de los padres, somos nosotros quienes debemos hacer las tareas divertidas para que los niños no consideren estas “tareas” como obligaciones. ¡Hazlo Entretenido!
El punto más importante es el descubrir las enormes capacidades que tienen nuestros hijos, además de ser un excelente motivo para pasar más tiempo en familia.
¡Inténtalo! ¡Verás como tu hijo tiene muchas más capacidades de las que crees!
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