El permitir a niños jugar juegos violentos en consolas de video es un tema controversial desde hace años. Algunos creen que fomentan la agresividad y los insensibilizan, mientras que otro grupo cree que los desestresa y les quita la tensión.
Si bien no existe una respuesta contundente de parte de los expertos, lo que si es claro es que en Argentina un niño de 13 años pudo salvar a su familia gracias a estos juegos (reflejando la triste y violenta realidad del país).
Luca Salina de 13 años, se encontraba en casa junto a sus padres, cuando de pronto ingresan a la casa entre cinco y seis violentos asaltantes en Moreno, Buenos Aires.
Los antisociales reunieron a los padres y les ordenaron entregarles todo el dinero que se guardaba en la vivienda. Cuando éstos se negaron, uno de los delincuentes golpeó ferozmente a la madre.
Al ver toda la escena, Luca corrió a la habitación del padre, cogió su arma y disparo a uno de los asaltantes que murió en el lugar, los demás asaltantes huyeron en un vehículo robado, siendo encontrado a las horas después junto a los asaltantes.
Al interrogar a los padres, sobre el avanzado conocimiento en el uso del arma del menor, los padres aseguraron que el joven conocía donde guardaban el arma, pero que jamás le habían enseñado a usarla. Sin embargo, su padre explicó a la policía, que Luca juega con frecuencia a juegos de guerra y disparos en la PlayStation.
El padre explico a los medios que “lo único que hizo fue apuntar como si fuese una pistola de juguete o de PlayStation y apretar el gatillo. El arma tenía una bala en la recámara y estaba lista para disparar; es para defensa”.
“Mi hijo tiene pistola de balines, como cualquier chico. Yo voy al polígono [de tiro] y me ve. No hay dudas de que fue un hecho de legítima defensa. Eran cuatro ladrones armados contra un chico de 13 años que sólo defendió a su mamá, además se encuentra muy afectado por lo que pasó, no deja de llorar y no quiere volver a la casa”
La familia ha decidido mudarse de su hogar, luego de sufrir su tercer violento asalto, además la fiscalía ha determinado que el acto de Luca fue de legitima defensa.
El fallecido fue identificado como Pablo Andrés González, de 37 años, quien vive en el mismo barrio que el chico que lo mató, al revisar su prontuario, los investigadores encontraron varios delitos cometidos en su juventud.
¿Qué opinas de este caso?
Comenta y Comparte con tus Amigos
kooo