Bien dicen que los amigos se ven en los momentos difíciles, porque en los buenos todos son tus amigos, pero cuando un suceso, problema o enfermedad aparece, sólo se quedan aquellos que realmente estarán para toda tu vida los que te llaman, están pendientes de lo que necesitas e intentan ayudarte a salir del hoyo en el que estás metido.
La historia que te presentaremos a continuación habla de una amistad real, que traspasa la muerte con un gesto que muy pocos tendrían con otra persona.
Elizabeth Diamond fue diagnosticada con cáncer cerebral en etapa cuatro en el año 2014 y como su enfermedad ya estaba muy avanzada le preocupaba de sobremanera lo que pasaría con sus 4 hijas si ella llegaba a morir, debido a que era madre soltera y no tenía más familia a la que acudir.
Elizabeth se hizo amiga de Laura Ruffino en el quinto año de escuela. Elizabeth le pidió a Laura hacerle una promesa que consistía en que su amiga se hiciera cargo de sus hijas si es que ella llegaba a fallecer lo que lamentablemente pasó en abril del 2015 a pesar de los tratamientos a los que se sometió Elizabeth.
Ahora Laura tiene nuevas 4 hijas que adoptó junto a su marido, pero ella además tiene dos hijos más.
Al ver tan asombroso gesto de amistad la comunidad en donde vive Laura hizo una campaña con la cual logró recolectar 80 mil dólares para ayudar a la nueva vida de la familia Ruffino.
Laura Ruffino, su esposo y la totalidad de sus hijos.
Aquí aparece Elizabeth junto a su hermosas 4 hijas, mujer que lamentablemente falleció debido al cáncer cerebral.
La familia de Laura se ha duplicado en tamaño.
Aquí Laura junto a su amiga Elizabeth cuando ella estaba en pleno tratamiento, al otro lado Elizabeth muestra uno de los libros de ayuda que escribió durante su vida.
La decisión de Laura fue rotunda. De inmediato dijo si a la petición de su amiga y hoy sus bellas hijas son felices.
Un gran reto ante el cual los Ruffino han salido victoriosos.
Las niñas juegan y pasan sus días en compañía de sus nuevos hermanos.
Por sus caras de felicidad creo que Laura no pudo tomar mejor decisión, su amiga Elizabeth le dejó un gran regalo.
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