Hay personas sin escrúpulos que no tienen compasión con nadie a la hora de cometer delitos dañando desde niños a ancianos y hasta a discapacitados que transitan sin protección alguna por las ciudades confiando en la bondad de las personas que se acercan ofreciéndoles ayuda.
Tras dos ataques con arma blanca a personas discapacitadas, el sargento Mark Horsley decidió infiltrarse como uno más de ellos fingiendo haber quedado paralizado por un trauma cerebral y moviéndose en una silla de ruedas motorizada. Su objetivo era ver como trataban las demás personas a estas y descubrir quienes eran los que les hacían daño, pero su experimento social tuvo un resultado que te hará creer en la humanidad.
Este policia vivió en carne propia el trato a un discapacitado, comparte el video para que todos vean lo que pasó.
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