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A los mayores les encanta hacerles bromas a los niños, algunas pesadas y otras divertidas para ambos. Y los pequeños se divierten tanto cuando las bromas les parecen entretenidas que todos se llenan de alegría al ver a los chicos felices y riéndose por todo.
Este papá quiso hacerle una de las típicas bromas divertidas a su hijo de unos 10 años, pero no le resultó como esperaba. La idea era sacarle la nariz y las orejas con un pequeño truco, sin embargo en ese momento el niño creyó que todo era real y no aguantó la pena de haber perdido sus partes de la cabeza.
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Deberías probar esta divertida broma con tus hijos, sobrinos o hermanos.
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