Nunca sabemos en que manos estamos dejando el cuidado de nuestros hijos y aunque en la mayoría de los casos suelen ser en las de buenas personas, también ha habido otros en que no. Es por ello que muchos padres han implementado cámaras de vigilancia en sus casas para ver que tal trata a su hijo la niñera, sistema que también se ha implementado en diversos jardines infantiles.
Sarah Jane es una niña que nació sana pero sufrió violencia por parte de su niñera quien la sacudió tan fuertemente que le provocó un irreparable daño cerebral. Ante esto y ver la falta de espacios para estos niños, su padre dejó su trabajo para crear una escuela y así ayudar a su hija y a otros pequeños con el mismo problema que sufren la exclusión social y por no tener espacios aptos para su desarrollo, se quedan estancados.
Esta historia es sobre un amor de padre incondicional, compártela.
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