Si de comida árabe que ha traspasado fronteras se trata, los kebabs son uno de los platos más llamativos y preferidos, y es que esa carne asada en un pincho y que luego se pone en pan pita junto a otros ingredientes se ha convertido en un plato barato y delicioso, aunque esconda algo preocupante.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tomó muestras de 25 kebabs de diferentes establecimientos de Madrid para poner a prueba su composición y también la higiene en ellos, además de medir las calorías y la sal que se encuentran presentes en este apetecido plato.
Quienes estaban a cargo de esta investigación pidieron kebabs de ternera con queso y diferentes salsas, los cuales tan pronto pudieron, colocaron en bolsas selladas para transportarlos hasta el laboratorio.
La verdad es que en los kebabs había muy poca carne de ternera y bastante de pollo.
Cifras de pollo: De la totalidad de los kebabs 20 contenían pollo. En 6 un 60% era pollo y en 11 su presencia se encontraba entre un 40 y 60%. Tres muestras llevaban menos del 1% de pollo debido a la contaminación cruzada que se realizaba debido a que los diversos tipos de carne son cortados con los mismos cuchillos.
Cifra de caballo y pavo: La carne de pavo tenia presencia en 13 kebabs y la de caballo en 7 aunque en menos del 1%.
Cifras de ternera: Sólo 1 de los 25 kebabs estaba hecho de ternera.
La calidad de la carne pasaba un pobre “aceptable” y en 9 de las muestras se encontró gran presencia de tendones y fibras cuando esta no debería superar el 15%.
Lo que si había y mucho era calcio por lo que se presume que en los cortes de carne también se han añadido algunos trozos de huesos molidos.
En cuanto a la higiene las muestras también son preocupantes. A pesar de que no se encontró salmonella ni listeria si hubo presencia en 11 de 25 muestras de enterobacterias coliformes, es decir presencia de contaminación fecal presumiblemente por la mala limpieza de los vegetales y que el personal lava pocas veces sus manos. También hubo una presencia alta de moho y levaduras.
Cabe destacar que en ninguno de los locales donde se compraron los kebabs el personal que los manipulaba usaba guantes y gorro.
En cuanto a su valor nutricional debemos decir que los kebabs son una bomba calórica y que usualmente puede acompañarse de bebidas y papas fritas, lo que hace de esta comida algo aún peor.
La grasa y la sal en estos productos tienen altos niveles de presencia.
Hidratos: Su presencia era de 24 gramos en el kebab con menor presencia y 68 en el con mayor presencia, esto debido al pan pero también al almidón de la carne.
Grasas: La presencia normal seria de un 11% pero en las muestras encontraron un porcentaje que iba entre el 17% y el 30%, sin sumar la grasa de las salsas y del pan. En definitiva el kebab que menos grasa tenía contaba con una presencia de 23 gramos, mientras que el que más, contaba con 75 gramos de grasa.
Proteínas: En la carne 21 gramos de proteína tenia el kebab con menos y 47 gramos el que contenía más.
Sal: Según lo recomendado por la organización Mundial de la Salud no deberíamos consumir más de 5 gramos de sal al día, aunque 3 gramos sería lo optimo. El kebab que más sal tenía contenía 5,89 gramos y el que menos, 1,15 gramos.
Si hacemos una comparación de los kebabs con otros productos de comida rápida como los de famosas cadenas el resultado es el siguiente.
Un kebab (739 calorías y 4,5 gramos de sal) esta por sobre una hamburguesa de Burger King (648 calorías y 2,3 gramos de sal) o una de Mc Donald’s (510 calorías y 2,2 gramos de sal).
Otros estudios realizados en el Reino Unido y Suiza también revelan esta impactante información así que antes de servirte un kebab piénsalo dos veces.
Esta información es importante para la alimentación de todos, compártela.
Fuente: www.ocu.org
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