Hay expresiones comunes entre padres para decir a sus hijos. Es así como si alguna vez obtienen malas notas, se tiende a comparar al niño con su compañero de clase que sí obtuvo una buena calificación o si salen al centro comercial y a este le da una rabieta, se suele prometerles a los pequeños que si no la terminan de inmediato, recibieran una nalgada. Expresiones que calan en la psiquis de las personas y que más temprano que tarde los padres deben olvidar pronunciar, por el bien de sus hijos.
Los siguientes consejos sobre cuales son las frases que los padres deberían eliminar para no crear niños acomplejados cuando adultos son identificadas por la psicóloga familiar Svetlana Merkulov.
“A tu edad a mi me iba excelente en el colegio”
Cuando los niños son pequeños los padres son sus ejemplos, héroes que lo saben todo, pero a medida que crecen y van escuchando esta frase consecutivamente los niños comienzan a pensar que ellos no son dignos de sus padres, que no son suficientemente buenos hijos y que nunca lograran ser mejores que ellos. Como resultado, cuando pasan los años el niño se ha transformado en un adulto que vive para lograr éxitos y metas para el reconocimiento y orgullo de sus padres y al final nunca realiza sus sueños, pues viven a la sombra de los de sus progenitores.
“Eres mi pollito, mi monito, mi chanchito”
Muchos padres amorosos intentan llamar así a sus hijos, pero esto contribuye a la despersonalización del niño dándole el lugar de un animal o un juguete. En los primeros años los niños aceptan estas denominaciones amorosas pero si con el tiempo comienzas a decirle a tu hijo que es tonto el creerá que es tonto. El nombre siempre debe estar en primer plano, pues es la forma en que debemos presentar a nuestro hijo al mundo para que sienta que tiene una identidad que no lo ridiculiza.
“Mira, Katie obtuvo un 10 y tú tan sólo un 8”
Aunque no te des cuenta con esta frase sólo produces en tu hijo el dolor de no ser tan bueno como su compañero de escuela y no ser lo suficientemente buen hijo. Con el tiempo comenzará a odiar a “Katie”, al amigo, hermano o hermana con quien lo compares y en su vida de adulto tenderá a compararse con los demás, lo que no siempre será positivo para él o ella.
“ Si sigues comportándote mal, ya no te voy a querer”
Ante esta frase el niño comienza a hacer su mejor esfuerzo para que sus padres lo sigan queriendo. Él pone todo su empeño en adivinar los deseos y expectativas de sus padres dejando de ser él mismo. En su vida adulta ocurrirá lo mismo y pensará “Si quiero ser amado debo complacer a los demás, voy a intentar actuar como lo desea la gente”
“No me hagas pasar vergüenzas”
Esta frase es como decirles a los niños “tú eres mi vergüenza” y ante ello no quieren mostrarse como son realmente por lo que si consiguen la atención de alguien, simplemente se esconden o cierran ya que de cualquier manera avergonzarán a sus padres.
“Eres igual a tu padre (madre)”
Esta frase sólo traspasa al niño lo mal que se sienten padre y madre dentro de su relación. Si una madre le dice a su hijo “eres tan terco como tu padre” ese niño pensará que su padre es malo porque con él no se pueden llegar a acuerdos, o una niña terminará entendiendo que es más fácil llevarse bien con las mujeres que con los hombres. Si estas frases se utilizan en un periodo donde se debe definir con quien quiere vivir el niño tendrán un efecto de manipulación en ellos.
“ Si no te comes tus frijoles serás débil y tonto”
La psicóloga familiar dice que ella tenia una amiga a la cual le decían “si no te comes el pan, este va a perseguirte durante la noche” y su amiga adquirió miedo del pan. Muchos abuelos que en su infancia pasaron hambre utilizan estas frases y el trauma se traspasa de generación en generación causando en los niños miedos y desordenes alimenticios.
“Si te portas mal, el coco te llevará”
Este es un mensaje especifico que establece que el niño es valioso sólo cuando se porta bien y hace lo que quieren sus padres. En la edad adulta deja de ser él por intentar complacer a los demás.
“Ya verás cuando lleguemos a casa”
Esta frase describe que el padre o madre hará lo que se le venga en gana con el niño y estos comienzan a forjarse la imagen de un carcelero que tiene la capacidad de perdonar o castigar a su gusto. Cuando sean adultos, los que antes fueron niños, temerán a sus jefes ya que estos ocuparan ese papel que antes tuvieron sus progenitores y los jefes se aprovecharan de esto intentando tratarlos como esclavos laborales.
“ Sal de aquí, no quiero ni verte ni escucharte”
Esto para el niño se traduce como ¡Me arruinaste el día, desaparece! ¡En este momento no deberías existir!. El niño vivirá con un sentimiento de culpa por haber terminado con la felicidad de sus padres.
Hay que tener cuidado cuando se utilizan estas frases porque pueden calar hondo en los niños y en su etapa de adultos. La recomendación de esta psicóloga es pensar dos veces antes de lanzar palabras contra nuestros hijos.
Un buen ejercicio, según esta profesional, seria grabarse durante las conversaciones con los niños para luego prestar a tención a lo que se les dice y mejorar aquello que este mal.
Hay frases que definitivamente deberíamos olvidar para relacionarnos con nuestros hijos, comparte este articulo.
Fuentes: vospitaj
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