Las mujeres se han dado cuenta que ser madres no es sinónimo de estar en casa todo el día. Morgan Brechler, es un ejemplo de ello ya que se ha dedicaod a demostrar al mundo que tener hijos no puede ser un límite a la hora de vivir grandes aventuras.
Morgan fue madre a los 22 años, y desde ese momento su vida cambió por completo, sin embargo fue para bien, ya que su hija, Hadlie, se convirtió en su compañera de viajes, aventuras y sueños. Cuando su hija tenía 18 meses fueron de viaje por primera vez, en esa ocasión se dedicaron a recorrer Estados Unidos, y actualmente lo siguen haciendo.
Hoy Hadlie tiene 3 años y ya ha visitado sitios como el Gran Cañón, el Parque Joshua Tree y muchos rincones de México y Hawái. Además ha aprendido a vivir sin internet, desconectarse de la tecnología y las grandes comodidades. Según Morgan, ha descubierto así la belleza detrás de las cosas más simples de la vida.
Aunque Hadlie es muy pequeña, no teme escalar, caminar largo rato, acampar o soñar en grande en medio de los más increíbles paisajes. Aprendió a escalar un muro especial con la ayuda d esu madre, por lo que ahora escalar en rocas es una actividad cotidiana para ella y lo disfruta como nadie, ya que siempre lo hace junto a sus padres.
Las aventuras que viven juntas les han permitido fotalecer el lazo entre madre e hija. Y no sólo eso, su madre asegura que también le sirven para aprender de estas nuevas experiencias, y que está segura de que así se convertirá en una niña fuerte, valiente y amante de la naturaleza.
Morgan le entrega un mensaje a su hija: “Toma el mundo, es tuyo y no tengas miedo, porque estaré a tu lado en cada momento”.
Es muy posible que Hadlie no recuerde muy bien cada uno de sus viajes, sin emabrgo su madre se ha encaragdo de registrarlos para que nunca se pierdan en su memoria.
Una maravillosa historia de madre e hija. Comparte esta publicación con tus amigos.
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