Un perro llamado “Bear” que fue encontrado al borde de la muerte está dando grandes pasos hacia la recuperación.
La mezcla de labrador fue descubierto por Mark Gillespie, cuando paseaba a su perro cerca de un viejo puente la mañana del 20 de abril.
De acuerdo a lo informado, Gillespie reconoció a Bear como el perro de su vecino, así que lo llamó pero no giró la cabeza; no podía ver porque sus ojos estaban cerrados. “Era obvio que había sido azotado, que alguien se había desquitado duramente con él”.
Tras un examen más detallado de la escena, a Gillespie se le revolvió el estómago.
La correa del pobre perrito estaba atada al puente con tanta fuerza que sus pies apenas podían tocar el suelo.
Además, le habían disparado a través de la mandíbula y el hocico se lo habían atado con cinta adhesiva. Naturalmente, Gillespie llamó al 911 para pedir ayuda y cuando llegaron, estos quedaron tan conmocionado como él.
Uno de los rescatistas, Darrell Foster, dijo que en sus 15 años como oficial de control de animales del condado de Ford, nunca había visto un caso de crueldad animal tan sorprendente como éste.
Bear fue llevado inmediatamente a un centro local de atención de urgencia y, una vez que las donaciones a una campaña de GoFundMe comenzaron a llegar, fue trasladado a la clínica veterinaria de la Universidad de Illinois para ver a un especialista.
Aunque el pequeño se ve mucho mejor que cuando fue encontrado por primera vez, todavía tiene un largo camino para su recuperación total.
Muchos en la comunidad se han ofrecido para adoptar el perro tan pronto como esté listo para salir del hospital.
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