Perriwinkle es una pequeña perrita que fue atada a un poste y abandonada a su suerte. La encontraron hambrienta y a punto de morir y su personalidad revelaba que había sido sometida a constantes abusos y maltratos. Su actitud era tiste y desanimada, producto de una traumática historia de crueldad.
Fue enviada al centro de control de animales en Filadelfia, pero pese a esto continuaba siendo muy tímida y apenas se movía, como si ya estuviese destinada a pasar sus último días, no tenía entusiasmo por nada ni nadie.
Bridget, una de las voluntarias del refugio la vio tan mal que recurrió a las redes sociales para que alguien la pudiera ayudar. Compartió esta fotografía y miles de personas la vieron.
Afortunadamente la organización Speranza Animal Rescue se interesó por ella y la bautizó con este gracioso nombre. Dijeron que se encargarían de su rehabilitación y de su futura adopción cuando esté preparada.
La organización insistió en que Perriwinkle necesitaba más tiempo todavía para ser puesta en adopción y ella está dispuesta a tener paciencia y comprensión.
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