Liang Yaoyi, de 11 años, sufría de un tumor cerebral y lamentablemente no iba a ser posible salvarlo. Por eso antes de la operación le avisó a los médicos que quería donar todos sus órganos para que otros pudieran superar sus problemas de salud.
Terminada la operación todos los médicos formaron un círculo a su alrededor e hicieron una reverencia a la madre y al cuerpo del pequeño. Se inclinaron 3 veces en el pasillo del hospital para despedirse de un niño que se transformó en un verdadero héroe.
Antes de caer enfermo, el niño quería convertirse en un gran hombre de negocios para darle a su madre una buena vida, pero luego de caer enfermo, supo que lo que quería realmente era ser doctor para salvarle la vida a cientos de personas.
Lamentablemente Liang no logró cumplir su sueño, pero sus órganos fueron utilizados para salvar muchas vidas y su cuerpo se destinó al estudio médico.
Comparte esta grandiosa historia de solidaridad.
kooo