La madre de este pequeño niño con síndrome de Williams trabaja hace 15 años con caballos. Ella nos cuenta como su hijo interactuó con un nuevo caballo que demostró una gran lección de inteligencia emocional y cómo pudo sentir que estaba frente a un niño especial.
“Mi hijo sufre de síndrome de Williams, y es uno de los 150 pacientes con la enfermedad en Israel”.
Uno de los problemas de las personas que sufren síndrome de Williams es que son muy empáticas, cariñosas y disfrutan mucho de la atención que se les pueda dar, es una enfermedad contraria al autismo. Lo difícil para ellos, es que ese afecto que sienten a menudo no saben cómo demostrarlo interactuando con otros.
El video nos muestra como este pequeño niño interactúa con un caballo y la forma en que este responde a esta curiosidad infantil con tal delicadeza que causa gran ternura. Se puede entender casi como si el caballo supiera la necesidad especial del niño y como intenta responder a esos estímulos de manera delicada procurando no hacerle daño.
Comparte este tierno video con tus amigos.
kooo