Muchas son las ciudades que nos sorprenden con sus hermosas postales de bellos paisajes, sin embargo detrás de esas rutas turísticas se encuentran calles donde la marginación y la pobreza están a la orden del día. Tal es el ejemplo de El Cairo, capital de Egipto y una de las ciudades más visitadas del mundo, donde nos encontramos con Manal, una pequeña niña de sólo 8 años, que se encontraba desamparada y sin hogar en estas calles.
Los más afectados por las condiciones precarias de vida son los niños que no tienen hogar y que, sin tener acceso a sus derechos básicos, luchan cada día por un obtener un par de monedas.
Después de dos años de vivir en las calles, Manal decidió cortarse el cabello y vestirse como niño, los demás la comenzaron a llamar Ahmed y con esto consiguió un poco más de seguridad y libertad en las calles, cosa que las niñas no tienen.
Quizás pueda parecer muy poco importante el hecho de que Manal se convirtiera en Ahmed para sobrevivir en las calles, aunque esto sea una práctica constante entre los niños y niñas que viven sin hogar alrededor del mundo, ya que los chicos tienen mayores oportunidades de acceder a los precarios empleos (vendedores de pañuelos en los cruceros, chóferes de precarios mototaxis o cargadores de mercancías) además de que están menos propensos a sufrir agresiones sexuales y son más respetados en las calles y callejones.
Hoy Manal tiene 23 años y 3 hijos, todos nacidos en las calles. Siendo víctima de la falta de oportunidades y educación, creando un vínculo vicioso entre la marginación y la pobreza.
Según los datos publicados por el Gobierno estiman que 16.000 niños viven sin techo, mientras que Unicef los aumenta drásticamente hasta llegar alos 600.000. Eso sí, nadie sabe la cifra real ya que muchos niños han nacido fuera del sistema y quizás nunca nadie sepa que ellos existen.
A raíz de esto se ha creado un proyecto llamado The Girl Effect, que se esfuerza por brindar a las niñas como Manal educación, atención médica y protección legal para que puedan romper con las negativas estadísticas.
Sin dudas hay que comenzar a generar cambios en nuestra sociedad. Comparte esta publicación con tus amigos.
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