Como ya bien sabemos, el sentido del olfato de los perros está muy por encima del nuestro, sin embargo, sus húmedas narices pueden hacer mucho más de lo que te imaginas.
Este es el caso de Maureen, la dueña de Max, un perro, que de forma literal “olió” el cáncer de su dueña.
En 2008, cuando Max tenía 9 años, Maureen recuerda que de pronto la actitud del perro cambió.
Lucía triste, decaído y no se acercaba a ella para dejarse consentir. Maureen sintió que esa actitud indicaba que algo estaba mal con Max, y quizás moriría. Pero Maureen estaba muy equivocada.
Max de pronto se acerca y toca el pecho de Maureen con su nariz, y eso bastó para que ella se diera cuenta de lo que el trataba de decirle.
Maureen de inmediato entendió que tenía cáncer, a pesar de que se hizo exámenes donde los médicos no encontraban ninguna señal de esto.
Después de practicarse una biopsia, se confirmó que tenía un tumor, el cual fue removido y en cuanto Maureen regresó del hospital se encontró con Max, quien volvió a ser el mismo de antes.
La células infectadas con cáncer presentan sustancias volátiles que pueden ser percibidas por el olfato de los perros.
Así como esta historia hay muchas más, incluso personas que tienen problemas con los niveles de azúcar y diabetes, han sido alertadas por sus perros mucho antes de que ellos mismo supieran.
Mira el video y conoce esta increíble historia de Max, el perro que descubrió el cáncer de su dueña.
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