Holnek es una típica comunidad de África, en donde la escasez de agua potable es muy común, como en muchos pueblos de esa zona. Las mujeres deben dedicarle el 26% de su tiempo diario a recorrer grandes extensiones de terreno para llegar al arroyo más cercano y llenar baldes de 20 litros de agua no potable. Para hacer más productivo el viaje, las madres llevan a sus hijos para que las ayuden, afectando la salud física de ambos, al transportar tanto peso en sus cabezas.
Dos ingenieros africanos, consientes de este gran problema, crearon un sistema de transporte de agua a través de una gran rueda que tiene una capacidad de 90 litros. Se llama “hipo-cilindro” y ya han sido donados 27.000 ejemplares, lo que cubre solo un pequeño porcentaje de la necesidad real de la comunidad. Esta es la primera ayuda para la gente, pero la principal idea es que exijan con más fuerza la existencia de agua potable en esos sectores.
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