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En Iowa, EstadosUnidos ocurrió un casi muy particular en un gato, una anomalía nunca antes vista. Vincent no logró desarrollar sus patas traseras, le faltaba la mitad de las tibias por lo que todo indicaba que no podría caminar jamás. Pero cuando fue encontrado en las instalaciones de un campamento de verano, aún siendo un bebé, toda su vida cambió.
Lo llevaron al refugio de animales Story Country y gracias a los trabajadores del refugio, algunos veterinarios y un gran procedimiento experimental pudieron lograr lo que este gatito nunca había logrado, caminar. Conoce su historia y todo lo que es capaz de hacer ahora en el siguiente video.
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