A sus 23 años, Dallas Wiens sufrió un accidente que cambió para siempre su vida. En otoño del 2008 este joven estaba inmerso en los trabajos de las reparaciones, pintando el techo y las paredes de la iglesia de su ciudad Fort Worth, en el estado de Texas.
Dallas se encontraba dentro de la cesta de una grúa que lo mantenía en altura cuando el operador de esta no se dio cuenta de que cerca colgaba un cable de alta tensión, y condujo al chico directamente hacia él. Sólo bastó ocn que la cesta se acercara un poco al cable para que se produjera una descarga eléctrica en forma de arco. La corriente eléctrica puede ser tan intensa que en situaciones similares alcanza los 3500ºC.
En el accidente, la descarga fundió por completo la cara de Dallas, en ese instante perdió sus ojos, nariz y labios; en el lugar donde momentos antes estaba su boca… sólo quedó un agujero.
A pesar del gravísimo accidente, Dallas Wiens sobrevivió. Los médicos lograron salvarle la vida, aunque estuve 3 meses en coma. Cuando recuperó la conciencia estaba paralizado completamente desde el cuello hacia abajo, ya que a causa de la descarga eléctrica su cerebro también sufrió daños, los que por fortuna no fueron graves.
En una primera instancia los médicos temían que Dallas pasara el resto de su vida confinado a la cama de un hospital, también creían que sus glándulas salivares podían no ser funcionales, lo que no le permitiría alimentarse por sí mismo. Sin embargo, y a pesar de todos los pronósticos pesimistas, Dallas poco a poco se fue recuperando.
Ha demostrado tener una gran fuerza de voluntad. “Tengo una hija pequeña, así que tengo que vivir por el bien de ella”, -se dijo así mismo Dallas. Lo que llevó a cabo, ya que después de seis meses en el hospital fue dado alta y aun año más tarde comenzó a caminar.
Su trágico accidente lo hizo famoso. Después de conocer su caso, el famoso cirujano plástico Bohdan Pomahač lo invitó a someterse a un trasplante de cara.
La operación duró 15 horas, y como resultado, este hombre tiene un nuevo aspecto. Fue todo un éxito, puesto que casi inmediatamente después de la intervención Dallas fue capaz de hablar por teléfono, incluso pudo recuperar el sentido del olfato.
Aprendió a dominar la expresión facial de su nueva cara, y ahora puede sonreír de nuevo. Un par de meses después de la cirugía, hizo su primera aparición pública, donde su hija, al verle después de la operación, le dijo: “¡Papá, eres tan hermoso!”.
La esposa de Dallas se divorció de él después del accidente, pero su vida amorosa no terminó en ese momento. En el centro de rehabilitación conoció a Jamie Nash, quien también se recuperaba de graves quemaduras. Se enamoraron y dos años más tarde legalizaron su relación.
Más de 200 personas fueron invitadas a la boda, incluyendo los médicos que le salvaron la vida a ambos novios. La boda se celebró en la misma iglesia donde Dallas sufrió el accidente mientras trabajaba.
“La felicidad siempre está junto a nosotros. Ambos hemos sobrevivido a tragedias. Sin embargo, hemos mantenido la esperanza de una vida mejor. Ahora estamos juntos y nos amamos. Mírennos y no se desanimen si algo va mal. ¡Tarde o temprano todo lo que sucede es para mejor!” –comenta la nueva señora Wiens.
Sin dudas debemos aprender de la persistencia y fortaleza de este hombre. Comparte esta historia con tus amigos.
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