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Su nombre es Budi, y vivió durante un año siendo alimentado solamente con leche condensada, encerrado en una jaula para pollos. Este pequeño orangután estaba muriendo lentamente hasta que una organización de ayuda animal lo descubrió y rescató.
Aún hoy, Budi lucha por su vida, gracias a los cuidados de las veterinarias ha podido mejorarse un poco, pero su cuerpo aun luce hinchado y no es capaz ni si quiera de sentarse sólo. Ayúdanos a difundir esto para crear conciencia sobre el maltrato animal.
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