Lamentablemente vivimos en una sociedad consumista donde luchamos por tener el dinero suficiente para comprarnos una prenda de marca, un teléfono móvil ultimo modelo o el automóvil de nuestros sueños, pero muy pocas veces disfrutamos de aquellas cosas simples que tenemos a nuestro alrededor.
Aunque nosotros tengamos un techo bajo el cual vivir y que no nos parece suficiente, hay otros millones de personas que no lo tienen y así como enviamos naves al espacio para investigar otros planetas, aún no solucionamos varios de este, como por ejemplo que todas las personas tengan acceso al agua potable y a la electricidad.
En la ciudad de Cebú en Filipinas fue tomada una fotografía por una joven llamada Joyce Gilos Torrefranca que habla por si sola y que deberían ver todos aquellos que tienen la oportunidad de estudiar y no la valoran.
La joven que capturó la fotografía es estudiante de medicina y tras ver como un niño muy concentrado hacia sus tareas en la calle apoyado en un banco de madera, decidió que esta era digna de compartirla a través de las redes sociales porque era totalmente inspiradora.
La fotografía fue realizada el 23 de junio y en ella aparece un niño de tan sólo 9 años cuyo nombre es Daniel Cabrera.
La madre de Daniel es Maria Christina Espinoza. Ella, Daniel y Gabriel su otro hijo, viven en un restaurant donde la mujer trabaja de día ,pero que no tiene paredes que los protejan del frio y la lluvia, por ello acumulan bancas que sirven de barreras ante cualquier peligro, pues tampoco cuentan con luz eléctrica.
La fotografía muestra a Daniel al lado de un restaurant McDonald’s donde dice tiene luz para poder hacer sus deberes, lo que es mucho mejor que intentar escribir en las penumbras. Su lugar favorito para realizar sus deberes es el Automac donde hay un farol con una luz brillante.
Este niño sólo posee un lápiz pues el otro se lo robaron sus compañeros y es por ello que lleva un rosario en su mochila para que nada más desaparezca. Daniel camina un kilometro cada día para llegar a las 8:00 am a la escuela primaria de Subangdaku en Mandaue donde cursa el tercer grado.
Aunque su vida es difícil pues esta familia vive sumida en la pobreza este niño sueña con ser medico o policía y si de algo estamos seguros es que por el camino que él mismo ha tomado va muy bien, porque mientras otros juegan él hace sus tareas con mucho gusto.
Mucha gente ha dejado comentarios que demuestran su indignación bajo la fotografía que Joyce le ha tomado y ha subido a internet, por lo que algunas ONG han ofrecido ayudar a Daniel y su familia.
Comparte esta hermosa historia de sacrificio con tus amigos
kooo