La familia Kirkcudbright de Escocia, se sorprendió mucho cuando abrieron la puera de su casa, desde donde provenían unos extraños sonidos que parecían llantos y vieron a una pequeña nutria de unos 10 meses llorando, esperanzada en poder encontrar algo de ayuda.
La familia llamó inmediatamente al Centro Nacional de Rescate de Vida Salvaje (SPCA) y ellos fueron a buscar al animalito extraviado. En ese momento se enteraron que pudo haberse alejado de su madre debido a las fuertes mareas de esa época del año.
Recibió una atención de primera calidad y la alimentaron con leche en un biberón.
Además le dieron el mejor pescado de todos, quizá llevaba días sin poder comer.
El centro ha recibido alrededor de 15 nutrias pequeñas este año debido a las grandes y fuertes inundaciones que han afectado a la zona. Se quedan en el centro alrededor de un año hasta cuando tengan la edad suficiente para valerse por sí solas en su ambiente natural.
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