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En muchos experimentos sociales podemos apreciar que lamentablemente la sociedad es todavía muy egoísta y quienes más ayudan al resto no son los que tienen más para dar un poco de lo suyo, si no, los que menos tienen y que entienden qué es no tener nada.
En esta ocasión un hombre estaciona su lujoso auto frente a un mendigo que pide dinero, se baja del auto y se va sin pagar el parquímetro. El mendigo se percata de la situación y sorprendentemente lo ayuda sacrificando sus propias monedas para pagar.
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