Las muñecas con las juegan los niñas están, en la mayoría de los casos, muy alejadas de la realidad infantil en la están inmersas. Se cubren con una capa inmensa de maquillaje, usan ropa ajustada en un cuerpo que recién una mujer comienza a tener a las 16 años, no son, en definitiva, el juguete ideal para una pequeña que solo quiere divertirse e inventar historias de niños.
Fue por esta razón que Sonia Singh, una científica australiana, decidió darles un toque más humano a las muñecas con las que jugaba su hija. Consiguió hacerlas ver mucho más realistas, más niñas y más alegres. Lo que empezó como un proyecto para su hija se convirtió en “Tree Change Dolls” y está generando mucho de qué hablar en todo el mundo. Entérate de su historia en el video.
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