Compartir en Facebook
Enlace Patrocinado
El cuerpo inevitablemente envejece, pero eso no quiere decir que nuestro espíritu también lo haga. Físicamente nos volvemos más débiles, comienzan a aparecernos arrugas en todo el cuerpo y en algunos casos comienzan algunos problemas mentales como el alzhéimer.
Pero si nuestro espíritu se mantiene joven nada de esto influirá en cómo nos sentimos y cómo enfrentamos la vida a diario. Eso lo demuestra este anciano de 77 años que al escuchar la música en la calle se acerca al guitarrista y comienza a bailar a su lado, disfrutando y gozando del ritmo y la melodía, es un ejemplo para todos, disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.
Enlace Patrocinado
Comparte este video con tus amigos, les encantará la jovialidad de este señor.
Compartir en Facebook
kooo