Karina y Craig Waters querían comprar una pequeña casa de campo en Francia, sin embargo tras buscar intensamente no pudieron encontrar ninguna propiedad que de verdad les interesada.
Para su suerte, el hijo de la pareja descubrió esta mansión mediante internet por lo que realizaron un viaje para conocerla y se enamoraron al momento de abrir sus puertas.
El castillo data del año 1700 y había estado abandonado desde ese siglo, cuenta con 11 mil metros cuadrados, más de 90 habitaciones y cientos de pinturas y ornamentaciones en sus murallas. Karina y Craig investigaron sobre la mansión y su antiguo dueño, descubriendo que el anterior propietario era una compañía inmobiliaria que quería convertirla en un hotel de lujo, aunque el permiso no les fue dado.
La pareja tenía otros objetivos, más moderados, y quisieron restaurar el lugar manteniendo la edificación lo más íntegramente posible, intentando que volviera a su estado original y así poder contemplarla en todo su esplendor; se unieron al grupo de trabajo y estudiaron para hacer la renovaciones menos invasivas. Las escaleras, murallas y frescos que alguna vez pertenecieron al Marques Louis Gaspard de Sales, volverían a su estatus de obra de arte.
Este castillo fue conocido por sus fiestas, y por recibir figuras importantes de la nobleza francesa, hay quienes afirman que Voltaire fue uno de los invitados recurrentes a dichas celebraciones. Por otro lado, los lugareños están felices de que la mansión sea reparada, ya que cuando finalicen las obras podrán visualizar cómo fue en el pasado.
Un gran aporte cultural el que realizarán al restaurar esta mansión. Comparte esta publicación con tus amigos.
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