El bombero Patrick Hardison de 41 años sufrió un terrible accidente el año 2001 y su vida cambió totalmente. Fue a hacer su trabajo como todos los días pero esa vez el fuego empeoró y nada salió como se esperaba. Las llamas lo envolvieron perdiendo sus párpados, orejas, labios, la mayor parte de su nariz y todo el vello facial. Tuvo que empezar a vivir otra vida, cada vez que salía a lugares públicos usaba un gorro, lentes de sol y prótesis de orejas.
Pero todo esto ya acabó, gracias a un trasplante facial que realizaron en el Centro Médico Langone en la Universidad de Nueva York, Patrick ahora tiene orejas, mentón, mejillas, nariz, párpados y músculos oculares para controlar el parpadeo. La cirugía duró 26 horas y fue posible gracias a un joven de 26 años, David Rodebaugh, quien murió en un accidente de bicicleta y donó todos sus órganos. Este es su proceso:
Increíble reconstrucción que da paso a una nueva vida, compártelo con tus amigos.
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