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Para los bebés todo es novedoso y misterioso, no conocen nada del mundo y lo van descubriendo conforme pasa el tiempo. Por eso es tan común ver a los niños curiosos, preguntándose por todo, tocando cada cosa o llevándosela a la boca. Es un proceso bastante largo e interesante.
Este bebé de 20 meses descubrió que podía mover sus cejas a su antojo. Un día se miró al espejo y lo notó, extrañado siguió haciéndolo y le causaba tanta gracia que no paraba de reír. Siempre es importante que, como en este caso, los padres tomen en cuenta los descubrimientos y así el niño aumenta su curiosidad.
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¿Cuándo lo descubriste tu? Compártelo con todos tus amigos, hijos o sobrinos, les encantará.
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