La violencia domestica es un mal que sufren muchas mujeres en el mundo y que muchas veces, cuando no termina en la muerte de alguna mujer, deja marcas tan profundas que suelen ser recordatorios de por vida de que se sufrieron golpes, cuchilladas y hasta balazos.
Nadie querría llevar esas marcas por ahí que al mirarlas sólo recordarían el horrible pasado vivido y aunque estas algunas veces pueden borrarse con cirugías plásticas, la verdad es que muchas mujeres no cuentan con el dinero para realizarlas, es por ello que una mujer ha aportado con un grano de arena para cambiar esas cicatrices, de una manera diferente, desde su área de trabajo.
Flavia Carvalho es una tatuadora de la ciudad de Curitiba en Brasil que ha desarrollado en solitario un proyecto llamado “A pelé da flor” (La piel de la flor) que busca tapar las cicatrices de mujeres cuyas marcas dejó en su piel el maltrato domestico, por tatuajes bellos y que demuestran el empoderamiento de estas.
Su trabajo es absolutamente gratuito para quienes tengan estas marcas y lo único que tienen que hacer las mujeres es tomarse el tiempo de escoger un bonito tatuaje que las represente y las deje contentas, pero Flavia no sólo ayuda a las mujeres violentadas sino que también a aquellas que han sufrido mastectomías y accidentes.
Como puedes apreciar aquí su trabajo es esplendido y lleno de colores vivos.
Las historias que mas recuerda esta artista del tatuaje son las de una chica que llegó a su local para borrar la cicatriz que en un club nocturno un hombre le había hecho en el abdomen con una navaja, luego de que ella no quisiera bailar con él.
Lo que antes eran cicatrices brutales hechas con armas, hoy son el punto de partida para plasmar en la piel flores, pájaros y otros diseños.
Otro caso es el vivido por una chica de 17 años que salía con un hombre mayor, cuando ella quiso terminar la relación concretaron una reunión en la que él la apuñaló en el abdomen y la violó.
Casos estremecedores de mujeres que al ver los tatuajes terminados se sienten conmovidas y felices de no tener que ver más las lesiones, sino un bello dibujo en su piel.
Un cambio para mirar el futuro con otros ojos y no sentirse prisioneras de un pasado tortuoso.
Esta bella iniciativa debería replicarse, comparte este articulo.
Fuente: huffingtonpost
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