Irma Hillerström es una abuela de 98 años de edad, y debido a su edad no puede vivir de forma independiente. Jenny, su nieta, contrató a un cuidador para su amada abuela.
El cuidador de Irma debía ayudarla en las tareas de su vida diaria, peo cuando Jenny fue a buscar a su abuela para llevarla al bautizo de su hijo, se encontró con una terrible realidad.
Jenny encontró a su abuela sentada en la mesa, comiendo pan mohoso, Irma no puede ver bien, por lo tanto no tenía idea de eso.
Y como si eso no fuera suficiente, el cuidador estaba sentado junto a ella. Jenny también encontró alimentos en mal estado y leche que tenía varios días de caducidad, la cual Irma tomaba con su café.
Jenny inmediatamente se puso en contacto con empresa de donde venia el cuidador, pero estos afirmaron no saber nada al respecto.
Bajo tal indignación, Jenny decidió publicar el caso de su abuela en Facebook.
“¡Estoy furiosa! Mi abuela tiene 98 y está claro que necesita apoyo. Pero cuando la recogí hoy para ir al bautizo de mi hijo, vi cómo estaba siendo tratada. El cuidador estaba permitiendo que comiera pan con moho. Sus ojos están tan mal, que ella ya no puede verlo por sí misma”. Expresó Jenny.
Más tarde el jefe de la compañía afirmó que, el cuidador le dijo a Irma que el pan estaba en mal estado, pero que esta insistió en comerlo de todas maneras.
Obviamente Jenny no creyó ni una sola palabra, y ahora Irma esta bajo el cuidado de personas competentes que han cumplido las expectativas de la familia para el cuidado de su amada abuela.
Todos los abuelos, y personas mayores necesitan cuidados espaciales y mucho respeto, siempre hay que estar atentos a que se les este brindando este tipo de atención.
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