Todos los niños han tenido varicela, es muy desagradable pero inevitable. Esas pequeñas lesiones causan mucha molestia y picazón a los pequeños de la casa, pero esa es la mayor preocupación para los padres.
Sin embargo, el caso de Bo August, una pequeña niña de 4 años, fue muy diferente y un llamado de atención para todos. Esta pequeña pasó de tener varicela a padecer una extraña enfermedad que la hizo luchar por su vida.
La varicela de Bo se transformó en una muy extraña condición llamada púrpura fulminante o meningococemia en la cual la sangre no coagula correctamente, esto la mantuvo hospitalizada por 3 meses y con riesgo de perder sus piernas e incluso su vida.
La niña alerto a sus padres, les dijo que sentía mucho dolor en sus piernas y que no podía caminar, y fue cuando descubrieron estos horribles hematomas que amenazaban la vida de la pequeña.
Rápidamente fue llevada al hospital más cercano, donde fue diagnosticada con esta extraña enfermedad y llevada a cuidados intensivos. A Bo se le realizaron injertos de piel en las piernas, y tuvo que aprender a caminar de nuevo.
Los padres habían quedado devastados cuando los médicos le dieron el diagnostico, y que era posible que su hija perdiera las piernas.
“Fue literalmente el peor momento de mi vida cuando recibí el diagnóstico. Le pregunté al doctor si es que había riesgo vital y dijo que su vida y su integridad física estaban en peligro. En ese punto creímos que ella sería amputada pero ha estado increíble”. Dijo Julia, de 32 años y madre de Bo, al diario Mirror.
Julia estaba muy orgullosa de la fortaleza de su pequeña hija. Y expresó que esperaba que la historia de Bo se hiciera conocida en todo el mundo, para así alertar y concientizar a los padres sobre esta extraña condición.
“Quiero dar a conocer esta condición, ya que puede ser una pesadilla para cualquier padre que se le diga que su hijo podría morir o perder sus extremidades a causa de una varicela“. Añadió Julia.
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