Cuando vamos por un cepillo de dientes nuevo intentamos escoger uno que sea de nuestro color favorito, que tenga cerdas suaves y un mango anatómico. Generalmente los colores de estos objetos son vivos y brillantes incluso en partes de sus cerdas lo cual es por una razón que no te imaginas.
Sin embargo lo anterior no es sólo estético sino que también tiene una función que quizás pocos saben, al menos en las cerdas, y que se enfoca en que ahorremos dinero y lavemos nuestros dientes de forma correcta.
Muchos cepillos de dientes poseen un color en la punta de sus cerdas o en el centro lo cual está muy diferenciado de las demás (como se muestra en la imagen a continuación). Esto se consigue por la presencia de un color o la ausencia de este.
Aproximadamente el espacio de un color tiene el tamaño de un centímetro y no está allí sólo para mejorar la apariencia del cepillo dental sino que es el medidor de cantidad de pasta justa que debe ser utilizada.
Aunque los anuncios de televisión nos muestren que debemos llenar el tamaño de las cerdas con pasta dental, esto es incorrecto y poco eficaz y sólo logrará que vayas más temprano a comprar un tubo nuevo de dentífrico.
La medida idónea de pasta dental es la del tamaño de un guisante, lo que se indica con una franja de color. Tras poner en ella la pasta dental debes realizar un buen cepillado y luego utilizar hilo dental.
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