Los médicos no le creían a Debbie Magdalena-Saunders cuando dijo que su hijo de 6 años de edad, Tyler, sufría un dolor insoportable. El niño pequeño no podía funcionar y se pasaba sus días llorando de dolor. Su piel comenzó a estallar en erupciones cuando tenía solo 8 meses de edad, pero a medida que crecía, las cosas empeoraron. Tyler era incapaz de dormir, jugar, o incluso ir a la escuela. El dolor de su eczema era demasiado abrumador y escuchar los gritos de dolor de su hijo insoportable.
Cuando los médicos no quisieron escucharla, Debbie no tuvo más remedio que comenzar a filmar las terribles erupciones de su hijo y su desconsolado llanto. No importaba los tratamientos que probara, la condición no se calmaba.
“Cuando salíamos de compras, la gente nos paraba y preguntaba:” ¿Qué le pasa? “Y sugerían cosas que podía probar. Sé que solo estaban tratando de ayudar,” dijo Debbie.
La madre estaba decidida a encontrar una cura por cualquier medio necesario. Fue entonces cuando vio un mensaje de Facebook de un médico en Sudáfrica. A pesar de que estaba escéptica al principio, hizo una investigación y decidió probar la crema de USD$35. Los resultados fueron increíbles. Al cabo de tres meses, Tyler se curó. Las llagas habían desaparecido, y el dolor disminuyó. Tyler podría ir a la escuela, jugar, y finalmente podría ser un niño normal.
“Él es resiliente para su edad, no hay duda al respecto”, dice ella. “Es tan eufórico y muy orgulloso de ser quien es, porque ha trabajado muy duro para ello.”
Comparte este artículo con tus amigos, admirable la tenacidad de esta madre.
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