Después de ser rescatados de trabajos forzados, los elefantes Jokia y Mae Perm tuvieron la más larga amistad que haya existido en el santuario, Elephant Nature Park de Tailandia (PEV).
Durante 17 años, Mae Perm y su amiga ciega Jokia, fueron inseparables. Pero solo hay una cosa que la amistad no puede superar. Esta semana, Mae Perm falleció debido a sus años y enfermedades relacionadas y el corazón roto de Jokia es evidente.
Elephant CryWe gave to Jokia a long time to be with her great love. She stood over her for almost 6 hours, touching and nudging and leaning against the lifeless body of Mae Perm. Even then we found it difficult to separate the 2 of them, but we had to manage about the body before too long ( temperatures have been hitting 100 d. mid afternoon lately). Jokia did not eat much during the whole morning, and when she went to get some melons at the other end of her shelter, we took advantage of the moment to pull Mae Perm’s body out of the room and gently down into her final resting place. Jokia did come right over as we moved the body, and she touched Mae Perm, moaning painfully as her friend slipped away from her forever. We feel her pain. From today we will do every thing we can to help her though this most difficult time, and into the days of healing and new friendships, Mae Perm never forgotten.Darrick Thomson, Alan James, Christine Thomson, Adam Flinn, Lek ChailertMore video : www.youtube.com/elephantnews
Posted by Lek Chailert on jueves, 7 de abril de 2016
“Le dimos a Jokia mucho tiempo para estar con su gran amiga,” escribió en Facebook, Lek Chailert, fundador de PEV. “Ella se quedó junto a su amiga durante casi seis horas, tocando, empujando y apoyado su cuerpo contra el cuerpo sin vida de Mae Perm.”
La gente de PEV dieron a Jokia tanto tiempo como pudieron para que se despidiera, pero finalmente, tuvieron que enterrar el cuerpo.
Personal de PEV está haciendo todo lo posible para apoyar a Jokia a superar su pena, ya que ellos también lamentan la pérdida de Mae Perm.
“Jokia llegó justo cuando enterrábamos el cuerpo, y pudo tocar a Mae Perm, quejándose dolorosamente mientras su amiga se alejaba de ella para siempre”, escribió Chailert. “Sentimos su dolor.”
Comparte este artículo con tus amigos, una prueba más de que los animales sí tienen sentimientos.
kooo