Bridget es una ocupada mamá de dos pequeños y como es usual se encarga de mantener lo mejor posible su casa y de verificar que el presupuesto se encuentre dentro de lo normal.
Cuando se trata de arreglar cosas de la casa, ella usualmente acude a su esposo para que la ayude, pero eso no pudo ser posible.
Hace poco, Bridget y sus pequeños hijos llegaron a una casa nueva que se estaba congelando. La calefacción estaba averiada y eso en pleno invierno en Pennsylvania, EE.UU., era demasiado para que ella o los niños pudieran soportarlo. Por eso se puso en contacto con Betlyn Heating and Cooling, una empresa que se encarga de estos sistemas de calefacción.
El dueño se llama Paul, y acudió a casa de Bridget para arreglar su problema y,. Mientras lo hacía, comenzaron a charlar un poco . Ella le comentó que normalmente le pediría ayuda a su esposo para que arreglara la calefacción pero en ese momento él se encontraba prestando servicio militar y ni estaba en casa para ayudarla. La conversación continuó y ella no prestó mucha atención en cuánta información estaba compartiendo.
En el momento en el que ella iba a pagar por los servicios de reparación, por los cuales estaba un poco preocupada ya que había sido una llamada fuera del presupuesto y podría ser costoso, vio el precio en el recibo y no lo podía creer.
¡Un dólar! Cuando Bridget intentó pagar el dólar Paul la detuvo diciendo que eso había sido una broma, que el servicio corría por su cuenta: “Dale las gracias a tu esposo por su servicios”, le dijo.
“Así que gracias, Paul Betlyn. Mi casa es agradable y tibia gracias a ti.” Comentó Bridget a través de una publicación en Facebook.
Un acto de bondad para una mujer y sus hijos que se encontraban lejos de su padre. Esperamos que este ejemplo se siga replicando. Comparte esta publicación con tus amigos.
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