La mayoría del tiempo estamos utilizando el papel aluminio, ya sea para envolver o conservar nuestros alimentos, además de proteger nuestros utensilios de cocina.
Su facilidad de uso, buen precio y versatilidad lo convierten en el producto más usado, por encima del tupper y las bolsas de congelado. Sin embargo, la mayoría de nosotros lo hemos utilizado mal.
Puede ser por estética o simple inercia, pero en nuestra casa siempre hemos situado la cara brillante del papel aluminio por fuera y la mate en contacto con los alimentos, pero ¿qué lado es mejor y por qué?
Durante el proceso de fabricación del papel aluminio, las hojas y rollos de este metal se procesan a pares haciendo que se arañen por el contacto y una de las caras quede mate. Este procedimiento aumenta la resistencia del papel impidiendo que se rompa con demasiada facilidad, la cara contraria, en cambio, permanece pulida y brillante.
Sin que suponga ningún riesgo para la salud, la cara mate del papel es la que más restos y micro partículas de aluminio posee.
Por otro lado, la temperatura también importa, ya que los aparatos de mediación de la temperatura también aprecian ligeras diferencias en la forma que la cara mate y brillante gestionan el calor.
Al parecer la cara mate tendría el poder de absorber el calor, mientras que la brillante lo refleja como si fuera un espejo, por esta razón el alimento debe quedar en contacto con la cara brillante cuando cocinamos en el horno.
Según estudios realizados por la FDA (Food and Drug Administration), por la FSA (Food Standards Agency) y EFESA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la UE) los dos lados del papel son seguros, y debemos huir de las cadenas sin fundamentos sobre su toxicidad que solo buscan generar alarma social.
Después de estas palabras, te recomendamos que uses la cara pulida. Aunque tampoco sucede nada malo si utilizas el lado mate. Comparte esta publicación con tus amigos y familiares.
kooo