Dolph C. Volker es un voluntario del centro “Cheetah Experience” en Sudáfrica, donde se dedican a cuidar de chitas o guepardos en cautiverio. Después de un par de días de conocer a Edén, una ejemplar adulto que llegó al lugar, y obtener su confianza, el hombre hizo una prueba que demuestra que los grandes felinos muchas veces pueden ser más tiernos de lo que uno creería.
Como generalmente estamos viendo vídeos de cómo cazan estos animales y lo letales que son, nos formamos una idea bastante negativa sobre convivir con estos animales, sin embargo, pocas veces vemos lo amigables que pueden llegar a ser cuando se ganan su cariño:
Se aprecia que Dolph tiene una gran experiencia trabajando con este tipo de felinos. Comparte esta publicación con tus amigos.
kooo