Sabido es que en diversas partes del mundo se utiliza a niños para la confección de ropa y prendas de moda como bien lo grafica el documental “The true cost” aparte de esto se sabe que los dedos pequeños de los niños tejen alfombras que luego se venden a precios elevados y donde ellos reciben un mínimo porcentaje o nada de dinero, pero se ha revelado un nuevo tipo de explotación infantil que tiene que ver con los teléfonos celulares y aquí te contamos de que se trata.
Amnistia internacional ha revelado cuales son las empresas de telefonía celular que no comprueban que en sus baterías no se use cobalto extraído por manos infantiles.
Sony, Appple y Samsung serían algunas de las que no realizarían las comprobaciones para saber que sus teléfonos no llevan partes que han sido propias de la explotación infantil.
El estudio que reveló esta falta de rigurosidad ha sido llamado “This is what we die for: Human Rights abuses in the Democratic Republic of Congo power the global trade in cobalt” lo que traducido al español es “Por esto es que morimos: Abuso de los derechos humanos en la República Democrática del Congo impulsan comercio global de cobalto”.
Este estudio reveló que el cobalto que vende Congo Dongfang Mining a tres compañías surcoreanas y chinas que a la vez venden este componente a los fabricantes de baterías de marcas de tecnología como Apple, Volkswagen, Microsoft, Sony y Samsung es extraído por manos de niños.
De 16 multinacionales solo una admitió la relación, mientras otras dijeron estar investigando el caso, y otras no aseguraron que su compra pudiese estar ligada con esto. Otros tantos negaron su relación con la empresa congolesa y dos negaron que compraban cobalto.
Los niños que trabajan en las minas de cobalto están expuestos a enfermedades respiratorias. Tan sólo entre el 2014 y 2015 murieron 80 mineros en los túneles, quedando sus cuerpos enterrados bajo rocas y arena. Entre los mineros trabajan 40.000 niños en jornadas de 12 horas diarias sin poseer guantes ni mascarillas.
Un niño llamado Paul dio su testimonio sobre el trabajo en la mina de cobalto:
“Pasaba 24 horas allí abajo, en los túneles. Llegaba por la mañana y me marchaba a la mañana siguiente […] Tenía que hacer mis necesidades allí abajo […] Mi madre adoptiva quería que fuera al colegio, pero mi padre adoptivo estaba en contra y me explotaba haciéndome trabajar en la mina”.
Lo peor es que mientras las leyes no regulen esto, la triste realidad de estos niños y el aprovechamiento y lucro de las empresas de tecnología derivado de esta practica no cambiará.
Desde Amnistia Internacional, Mark Dummettt dijo que se debe obligar a que las empresas revelen públicamente la información de donde las empresas de tecnología adquieren el cobalto para así impedir que esto pase a llevar los derechos humanos.
Comparte esta valiosa información para que esta mala practica se revele.
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