Hay muchas personas que les gusta combinar lo antiguo con lo moderno, y cuando de viviendas se trata no es un misterio para nadie que las casas antiguas ofrecen mucho más espacio y comodidad que las modernas, donde a veces no sabemos si cabrán nuestros muebles debido a lo pequeñas que son.
Con esto en mente una pareja se alejó de la ciudad para buscar una casa que tuviera características antiguas con el fin de remodelarla y hacerla muy acogedora y encontraron nada menos que una casa de 300 años de antigüedad, construida en el año 1680 en Kestle Mill, a pocas millas de Lusty Glaze, playa de Porth y Crantock, en la costa norte de Cornualles.
A pesar de que la cal había aumentado el grueso de las paredes la casa se había mantenido practicamente intacta durante todos estos años. Sus caracteristicas típicas con pequeñas ventanas y bajos techos no desanimaron a sus nuevos dueños quienes tenían un creativo plan de remodelación para convertirla en una casa de ensueño.
El resultado de su trabajo es simplemente fascinante y te lo dejamos en esta secuencia de fotos
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