Durante este último tiempo se han hecho varias campañas para tratar de concientizar a la gente, tanto hombres como mujeres, sobre el acoso callejero, situación que aqueja a millones de mujeres en todo el mundo todos los días. Lamentablemente a pesar de todos los esfuerzos esto sigue ocurriendo y las cifras no han demostrado una disminución considerable.
Este experimento quiso sorprender a los acosadores callejero tendiéndoles una pequeña trampa que no podrán olvidar en mucho tiempo y ojalá les sirva para eliminar esa mala y desagradable práctica que muchos hombres tiene tan arraigada y creen que es algo totalmente aceptable, normal y que además le agrada a las mujeres.
Comparte este experimento con tus amigos y ayuda a fomentar la eliminación de esta práctica tan desagradable.
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