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Siempre es divertido jugar con los niños, hacerles caras divertidas, esconderse de ellos, hacerles cosquillas, elevarlos y hacer que “vuelen” y un sin fin de entretenciones para los niños completan esta lista. Pero lo malo llega en el momento en que a ellos ya no les gusta lo que haces.
El papá de este bebé estaba haciéndolo reír diciendo cosas con un acento divertido, pero cuando llega a una risa maléfica, él ya no lo toma con mucha gracias y comienza a llorar de miedo. A veces no hay que arriesgarse mucho con este tipo de bromas porque pueden resultar mal.
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¿Y tu las haces reír o llorar? Comparte este video con tus amigos.
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kooo