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Los niños poseen una energía que pareciera nunca acabar, pueden estar horas jugando y corriendo sin agotarse.
Pero ¿qué pasa cuando descubren que su energía no es del todo ilimitada y se encuentran en el lugar menos indicado para tomar una reponedora siesta?
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Descubre como estos inagotables niños fueron víctima de un repentino sueño, que no les dio tiempo de llegar a la cama.
- Tras una larga reunión de negocios con el señor conejo
- Esta pequeña niña confundió el pan con su almohada
- Ir de compras es muy agotador
- Papá Noel se encontrará con un pequeño duende dormilón
- El debía cuidar a papá, pero el sueño ganó
- La cacería de monstruos bajo la cama puede ser agotadora
- Viajar puede ser muy agotador, que mejor que cerrar un poco los ojos y abrirlos al llegar al destino
- Ir al baño en medio de la noche puede ser todo un reto
- Este pequeño no sabía si comer y dormir
- Este perrito parece ser muy cómodo para tomar una siesta
Y tú, ¿Cómo duermes?
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kooo