La mayoría de las familias han tenido que enfrentar rabietas infantiles, pasando por situaciones dolorosas y que todos desean evitar, sin embargo muchas veces los padres provocan con su conducta este tipo de comportamientos en sus hijos.
Queremos compartir algunas técnicas para prevenir este tipo de inconvenientes e intentar que este tipo de comportamiento no se haga común en tu hijo,
Debes tratas las rabietas infantiles de diferentes maneras, ya que estas pueden:
- Hacer sentir impotente.
- Causar arranques de piedad y compasión
- Irritarte
- Agotarte
- Asustarte
Por lo mismo, debes tener mucho cuidado ya que al cometer tan sólo uno de los siguientes 10 errores hay altas probabilidades de que las rabietas infantiles sean algo común en tu familia.
Error #1 Permitirle todo al niño
Lo único que quieres es entender a tu hijo y sus deseos, sin embargo estos a veces son tan sinceros y fuertes que el no cumplirlos te puede parecer un crimen. Por eso , ¡realicemos cada deseo del niño! Al realizar sus sueños se genera una garantía de la felicidad y la muestra de amor paternal que le entregas.
¿Correcto?
¡No! ¡Esto es incorrecto!
Cuando un niño no ve ninguna resistencia a sus deseos, incluso los más mínimos y casuales, extrañamente no siente la protección de sus padres. Debido a que el mismo niño es quien decide qué es lo que necesita mientras los padres solo llevan a cabo su voluntad. Son demasiadas responsabilidades para personas tan pequeñas y como consecuencia les pueden provocar nervios e histeria.
Error #2 No permitirle nada
Este es un enfoque totalmente diferente al anterior. Tal vez llegues a este error después de haber cometido el primero.
Tu hijo es pequeño, aún no entiende lo que es bueno y útil para él, por lo mismo sus decisiones no tienden a ser correctas. Por ello eres tú el que decide por él, mientras los tímidos intentos del niño de hacer todo a su manera se verán totalmente suprimidos, incluso si se trata de las cosas más inocentes.
- ¿Quieres ponerte un vestido rojo? El rojo te va mal, ponte uno azul.
- ¿No quieres beber tu vaso de leche después de comerte un plato de avena? Pues debes hacerlo para que tus dientes estén sanos.
La leche beneficia su salud, y tal vez el color rojo realmente le vaya mal, sin embargo viviendo inmerso en las limitaciones constantes, cualquier niño tarde o temprano intentará romper las reglas. Y es muy probable que lo haga a través de un escándalo.
Error #3 No ser constante
Los seres humanos somos muy variables, un día nos sentimos bien y al otro mal, hoy todos nos sale y puede que mañana nos levantemos con el pie izquierdo. Claro, no somos robots y no podemos comportarnos siempre de la misma manera.
Lo mismo con los hijos, cada día nos comportamos de una manera diferente: a veces somos pacientes e indulgente y a veces explotamos por algún mínimo detalle. Y ahí está el problema, no somos robots, pero el niño no debe poder comprender eso.
Él no puede adivinar por qué de pronto cometes dos actos contradictorios, los padres son un ejemplo a seguir para el niño ya que ellos forman sus límites, convicciones y reglas de la vida.
¿Y si el ejemplo cambia constantemente de parecer? ¿Si las reglas siempre cambian?
El niño no tiene certeza de nada y como resultado se vuelve histérico.
Error #4 No respetar el horario
Puede ser que tu hijo no asista a ninguna guardería o jardín de infancia, por lo que sería extraño que te preocuparas de tener un horario estricto. Por otro lado puede ser que sí acuda a un jardín de infancia, pero que los próximos dos días sean de descanso o haya una epidemia de gripe y el jardín no abra.
Tal vez tú no necesites ningún horario, pero un niño que no tiene un horario fijo no siente estabilidad en la vida. No entiende cuáles son las leyes del mundo y si existen del todo. Cuando un niño se siente incómodo psicológica o físicamente, esa situación le provoca histeria.
Error #5 No limitar las caricaturas o videojuegos
¡Todos los niños adoran las caricaturas! Él puede estar dispuesto a verlas en todo momento y tanto tiempo como sea posible. Se acuerda de la trama y destaca a sus personajes favoritos. Lo mismo con los videojuegos. Si un día le ofreces este entretenimiento, podrá jugar durante horas.
¿Qué tiene de malo? Desarrolla la memoria y además es un nuevo hobby, por otro lado a ti te conviene que tu hijo esté ocupado y no te moleste con preguntas.
Pero el desarrollo que proporcionan las caricaturas y los videos juegos es falso, y el daño es totalmente visible. Cualquier tipo de caricaturas y, sobre todo, videojuegos estimulan los procesos de excitación y agitación. Y un niño exaltado buscará una salida y la encontrará en las constantes rabietas.
Error #6 No castigar al niño
¿Cómo se puedo castigar a un niño? ¡Es una crueldad, una muestra de debilidad de los padres y mala costumbre del pasado! Si quieres castigar, castiga a un adulto no a niños indefensos. Lo máximo que se pueden permitir hoy en día los padres hacia un niño es mostrarle su descontento.
¿Los castigos en tu familia no son admisibles?
Entonces tu niño no sentirá los límites de los permitido, no porque sea torpe sino porque nunca los estableciste. Y sin límites un niño… tiene miedo. Por lo tanto, siempre estarán buscándolos, y acudirá a rabietas constantes como la conducta menos apropiada.
Error #7 Te dejas dominar por las rabietas infantiles
Tu niño quiere o no quiere algo, lleva 15 minutos llorando. ¿Te da lástima? ¿O tal vez te sientes incómodo con los demás por esta escena? Sea como sea, no puedes aguantar este escándalo y accedes al deseo del niño.
Desde ese momento tu hijo empieza a sospechar que su llanto es más fuerte que tu voluntad.
Error #8 Gritarle al niño
¿Tu hijo te sacó de tus casillas con su mala conducta, torpeza, desorden o una rabieta? Y no solamente te enojaste sino que llevado por tu ira le gritaste en respuesta.
Puede que tu grito haya sido bastante eficaz y tu hijo haya dejado de hacer lo que tanto te molestó, pero de esta manera le darás una excelente lección de grito a tu hijo que sin duda tomará como ejemplo.
Error #9 No contener las emociones negativas
¿Y qué tal si tu niño no tiene nada ver? Puedes contener las emociones negativas o expresarlas, quizás empezar a gritar, regañar o llorar en esos momento tan desagradables.
El niño, por supuesto, no te dirá nada por histérico. Pero tomará en cuenta este comportamiento.
Error #10 No prestarle atención al niño
¿Tienes muchas cosas que hacer? Por supuesto, te preocupas de tu hijo, por su seguridad, salud y comodidad, pero es posible dedicarle un poco de tu tiempo a los interminables juegos infantiles cuando tienes tantas cosas que hacer?
¡Que juegue solo y deje de hacer ruido! Él debería entender que estás cansado.
Claro, tu hijo se acostumbrará y aprenderá a jugar solo. Dejará de hablar sin parar, pero aún así no te sorprendas por sus rabietas, él aún tiene la esperanza de que dejes tus asuntos urgentes y le prestes algo de atención.
Estos 10 errores son muy comunes, pero el resultado de tu falta de control, permisividad, incoherencia, rigor excesivo y falta de tiempo son el nerviosismo e histeria de tu hijo.
Esperamos que te sirvan estos consejos. Comparte esta publicación con tus amigos.
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